Cinco ojos y cuatro orejas ocupa un lugar importante en el budismo tailandés y se lo considera una encarnación de seres divinos, enviados para poner a prueba la naturaleza espiritual de la humanidad. Esta criatura mítica, con cinco ojos y cuatro orejas, simboliza la sabiduría y la vigilancia, lo que le permite ver en todas las direcciones y escuchar desde todos los ángulos.
No sólo es uno de los guardianes sagrados del budismo, sino que también se cree que mejora el éxito profesional, atrae riqueza legítima y especulativa y aleja las energías negativas.
Como criatura auspiciosa que trae buena fortuna, se dice que el de los Cinco Ojos y las Cuatro Orejas consume carbono y, a través de un proceso místico, produce oro. Su naturaleza extraordinaria se destaca por sus cinco ojos y cuatro orejas, que significan sus habilidades únicas y divinas.